¡Adios Oaxaca!

Nuestro tiempo aquí en Oaxaca ha llegado a su fin y no puedo creer lo rápido que estos diez días volaron. Este viaje fue mucho primero para mí: primera vez volando, por primera vez saliendo del país, por primera vez experimentando una cultura que no sea la mía, y la primera vez que tuvo un vuelo retrasado. Este viaje ha abierto mis ojos a un mundo fuera de los Estados Unidos; eso es todo lo que he conocido. Este viaje también me ha mostrado que estoy creciendo y tengo la capacidad de dar un gran paso, como salir del país, por mi cuenta sin que mis padres me tenga la mano. Este viaje también me ha empujado a mi límite. Hice cosas que nunca imaginé que haría, como caminar una montaña. Todavía siento el dolor de esa expereince, pero valió la pena. Este viaje comenzó con miedo y sin comprobar y ahora está terminando con una maleta llena de recuerdos e incierto (porque nuestro vuelo no está asegurado). Voy a recordar este viaje por el resto de mi vida y gracias al Centro Hispano, Dra. Segovia y Dra. Bommershine para este viaje inolvidable. Oaxaca, hasta luego, sinceramente tu amante salvadoreña. 

Me Comí un Elote

No puedo creer que nuestro tiempo en Oaxaca esté casi terminado. Tampoco puedo creer que me tomó tanto tiempo comer un elote. Mis pies actualmente me odian debido a todo el caminar, pero valió la pena. 

Durante la clase, no sabía qué esperar de Oaxaca, todo lo que sabía era que iba a salir por ser centroamericana, pero me todo me va bien, gracias a Dios. En clase, pasamos la mayor parte del tiempo hablando de comida y no he comido tanta comida tradicional como espero. Qué lástima, lo sé, pero comeré tanto como pueda en los últimos días. 
Hoy, fuimos a dos pueblos fuera de Oaxaca y fue hermoso. Fue interesante ver cómo la gente se hace la vida haciendo textiles, criando animales de granja, y vendiendo en los mercados locales. He disfrutado de mi tiempo tan lejos aquí en Oaxaca; Todavía no estoy listo para volver a la vida real.

El Calor Ya Pego

Así que no me moría en el avión. Dormí la mayor parte del camino aquí. Una vez aterrizamos, no podía creer que en realidad estábamos aquí en Oaxaca. Me pareció tan irreal. Nunca hubiera esperado que estuviera aquí ahora mismo. Lo primero que noté sobre Oaxaca es el calor es un tipo de calor que nunca he experimentado antes. Estoy constantemente sudando y en necesidad de una ducha fría. Pero al lado del calor, Oaxaca ha sido increíble. Todos los colores, las personas y los eventos que están sucediendo han sido hermosos. Mis pies me odian en este momento, pero vale la pena. He visto muchas cosas hermosas y he hecho recuerdos increíbles ya.